viernes, 22 de marzo de 2013

¿Quien se enferma?


Cónicas de un súper Papá
¿Quien se enferma?


         Los hijos se enferman de eso no hay ninguna duda, mi pregunta existencial es: ¿porque se tienen que enfermar ¡Siempre! los viernes por la noche?. Capaz que su sistema inmunológico les avisa: ¡es viernes, es viernes! tus papis están por salir, ¡es viernes es viernes!, mañana no atiende tu pediatra, ¡es viernes es viernes! tus padres te cuidaran todo el fin de semana.

         Los hijos se enferman, pero el problema en nuestra familia es que generalmente cuando uno cae, el otro lo acompaña. Es como una solidaridad a su hermano, o a la economía de sus padres ya que el médico amablemente nos hace un 2x1 en la consulta.

         Pero el problema mas difícil cuando mis hijos están enfermos es su papá, ósea yo. Como dice la negrita: amor ¡¡TE PONES INSOPORTABLE!!. Es que no puede evitar angustiarme. Sentir que es el fin del mundo cuando el termómetro marca 37 grados, ¡Si ya se que eso no es fiebre! Pero para mi es la sensación de las complicaciones mas tremendas.

         Hace una semana los 2 cayeron a la cama, mi pareja luego de levantarlo al Ciro dormido y llevarlo a su cuna, me dice: Amor Ciro tiene 38 grados, no me explico como hace que con solo levantarlo descubre inmediatamente la temperatura de su hijo.

-         ¿Cómo que tiene 38 grados? Seguro negrita, sino le tomaste la fiebre…no digas que tiene fiebre a ver ¿Dónde esta el termómetro?

                   Yo como buen padre nunca se donde están las cosas, no las encuentro con mis hijos sanos menos cuando están enfermos. Cuando comienzo a desesperar la búsqueda, aparece mi pareja con el termómetro en la mano. Le tomo la temperatura, marca 38º grados exacto
         A partir de este momento yo comienzo a entrar en un cuasi pánico alterado, con patologías de síndrome preguntista:

         -¿Cómo se enfermo negrita? ¿Qué tendrá negrita? ¿Cuándo empezó? ¿Llamamos al médico? Son las 12 de la noche. ¿lo llamamos? ¿Vos lo desabrigaste?

Cuando la última pregunta osa una manifestación de responsabilizar a la mamá de la enfermedad, ella inteligentemente me clava una mirada y me dice:

         - Yo no soy médica, ni bruja, ni mamá virus. Quédate tranquilo que es fiebre nomás, mañana llamamos a su pediatra.

         La noche se hace eterna, Ciro duerme con nosotros yo a cada rato lo miro le toco la frente, tomo agua, me doy vuelta, lo miro le toco la frente, tomo agua me doy vuelta, lo miro le toco la frente tomo agua me doy vuelta…así hasta la 8 de la mañana.

         Cuando nos levantamos, lo primero que hago es llamar al médico, nos da turno para el mediodía. Luego llamo a mi trabajo para avisar que no voy a ir. Mientras estoy realizando eso Tomás se a despertado y tiene mucha tos, aparece en la cocina con los ojos hinchados y me dice:

-         Papá yo también voy al medico, estoy echo bosta…ya me tome la fiebre estoy igual que el Cirito 38 grados...¿que día es hoy, Pá?

-         Sábado…

-         ¡¡¡Que mala suerte!!! ¡¡¡No voy a faltar al cole!!!

         A las 11:30 estamos toda la familia en el consultorio de nuestro gran médico el Dr Orchansky. Luego de revisarlo al tomi y dar su diagnostico: Faringuitis.

         Lo revisa a Ciro que llora desde que lo mira hasta que vuelve a los brazos de su amada mamá. Diagnostico Bronquitis. Nos regala los medicamentos y volvemos para casa.

         Darle el medicamento a Ciro es la muerte en cámara lenta, no hay manera de convencerlo, ni con juguito, ni en cucharita, ni con la jeringa…él llora se retuerce se pone colorado y cuando terminamos de dárselo me vomita desde los pies hasta la cabeza…Lo intentamos hasta tres días, al cuarto Tomás esta talmente curado y Ciro sigue con fiebre. Cuando vuelvo a intentar darle el medicamento Ciro me vuelve a vomitar todo, estoy literalmente bañando en vomito, cabeza, pantalón, zapatillas y piso. Asi como estoy vuelvo a llamar el médico. El doctor me recomienda que cambie el medicamento por otro, y me dice que lo lleve a la guardia de la clínica y le coloque Reliveran inyectable.

         Corto el teléfono, y saco mis conclusiones:

         -Negrita, ¿le ponemos el reliveran inyectable? Le va a doler, ¿Que hago? Ah, me voy a comprar el otro antibiotico…¡ya se! le voy a comprar reliveran en gotas y se lo damos en 7up si vomita , ahí lo llevo a poner el inyectable…ah? ¿Hago eso?. Mi pareja me dice:

-         Que te dijo el médico, amor
-         Que le ponga un inyectable de reliveran y le cambie el antiobiotico por…(en ese momento me percato de que no anote el nombre del nuevo antibiótico y que no tengo la menor idea de cómo se llamaba) No me acuerdo negrita, huy no me acuerdo, -cuando estoy marcando nuevamente el teléfono del Doctor ella me dice:

-         Azitromicina

Me sorprende que ella lo sepa,

-¿como sabes vos el nombre?

- Porque cuando cortaste empezaste a decir como un autómata : Azitromicina, azitromicina, azitromicina. Calmate querés

Salgo corriendo a buscar una farmacia, no entiendo porque lo hago corriendo y no voy en mi fiat 600. Corro 6 cuadras encuentro una abierta compro y vuelvo corriendo a casa. Llego y abro el Reliveran la negrita esta con Ciro en brazos esperándome tomando unos mates. Abro el Reliveran y tomo un trago, la negra abre los ojos como diciendo estas completamente loco. Yo me justifico:

-         Lo hago para saber el sabor, no tiene sabor a nada. Antes era asqueroso. -Me dirijo a ciro y le digo-
-          
-          Amorcito esto es rico, ciro me contesta con un nooooo sacudiendo la cabeza.

Me doy cuenta que me falta la 7up y vuelvo a salir corriendo para el kiosco otras 3 cuadras, vuelvo coloco la gaseosa en un vaso y a escondidas de ciro le echo gotas de reliveran al vaso, lo pruebo esta rico, pero me doy cuenta que tome demasiado y por ende me he tomado el medicamento, Asi que tiro lo que queda en el vaso, vuelvo a servirlo y le coloco las 10 gotas de reliveran. Se lo doy a ciro y el lo toma con entusiasmo, yo respiro y festejo diciendo:

-Lo tomo, negrita, lo tomo..biennn!!

Pongo el cronometro del reloj para que dentro de 60 minutos me avise y darle el antibiótico. A los 60 minutos la negrita toma una cucharita y le da el medicamento, Ciro llora, hace arcadas, se pone colorado. Y yo de fondo pego saltitos diciendo:

-         No vomites cirito, no vomites cirito, no vomites…

Y lo logramos, Ciro no vomita y se repite la rutina por tres días y Ciro se pone sanito. Cuando todo vuelve a la normalidad, mi pareja me sienta en la cama y me dice:

-         Lo más difícil, cuando se enferman nuestros hijos, ¡sos vos!
-         Ehhh en serio? ¡No debe ser para tanto!



No hay comentarios:

Publicar un comentario